Juego activo - Parte 3
Cuando los niños exploran el campus de Kidspace, pueden encontrar una variedad de espacios diseñados para que puedan trepar, chapotear y construir. Todas estas experiencias son ejemplos de juego activo y son importantes en el desarrollo de la motricidad fina y gruesa.
Las habilidades motoras finas implican la coordinación de los músculos pequeños, como mover las manos y los dedos con los ojos. Las habilidades motoras gruesas generalmente requieren el uso de músculos grandes para que el movimiento de todo el cuerpo realice funciones como caminar, saltar y sentarse erguido. Juntas, las habilidades motoras finas y gruesas juegan un papel fundamental en la forma en que los niños exploran y aprenden sobre su mundo.
En Kidspace, hay espacios interiores y exteriores que permiten que los niños se pongan activos y jueguen. En nuestra pista de triciclos, los niños pueden pedalear triciclos a lo largo de una pista sinuosa, lo que les ayuda a desarrollar la competencia motora gruesa. Nuestras torres trepadoras activan todo el cuerpo de un niño haciéndolo subir a grandes alturas y poner a prueba su valentía.
El juego activo incorpora movimiento físico y ejercicio que puede fortalecer nuestro cuerpo y mejorar el aprendizaje. Cuando los niños están físicamente comprometidos, sus mentes tienen la capacidad de estar más activadas, lo que puede conducir a una mayor resolución de problemas y creatividad.
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