Los horarios de las comidas familiares importan

 

Como padres, la lista de tareas diarias es larga y aparentemente interminable. Priorizar lo importante se convierte en una necesidad durante estos tiempos modernos en los que nuestras vidas parecen más ocupadas que nunca. antes de. La unión y el sentido de conexión pueden perderse en la era de los dispositivos móviles y los horarios con overbooking. Para la salud y el bienestar de nuestros niños, las horas de comida en familia tienen muchos beneficios duraderos. Los estudios han demostrado que las familias que comen juntas son más felices y saludables. Los beneficios pueden incluir una dieta más saludable, tasas más bajas de obesidad, mayor autoestima, una imagen corporal más positiva y mejores calificaciones. Las comidas familiares tienen el potencial de nutrir no solo el estómago, sino también la mente y el alma.

 

Una de las mejores formas de mejorar la dieta de un niño es servir alimentos saludables y sentarse juntos a disfrutarlos. La hora de la comida es una buena oportunidad para modelar una alimentación saludable. Esto se aplica incluso a los comensales más exigentes. Los estudios demuestran que los niños deben conocer un alimento hasta 15 veces antes de que lo acepten. Si su hijo no lo hace participe, no los presione, solo sírvase una porción de buen tamaño y disfrute. Con el tiempo, pueden aparecer, especialmente si ayuda a incluirlos en la preparación de la comida. Los niños que participan en la preparación de sus propias comidas tienden a ser más propensos a comerlas. Además, el ritual de preparar comidas familiares le enseña a su hijo a cocinar y que las comidas nutritivas son importantes. Para que sea divertido y para ayudar a evitar la batalla de la comida, puede crear oportunidades para preparar sus propias comidas con una configuración estilo buffet. Los tacos, sándwiches, sopas, ensaladas, pizzas y pastas son algunos de los favoritos de la familia que brindan muchas opciones para elegir. Comer juntos también proporciona una estructura que ayuda tanto a niños como a adultos a desarrollar patrones de alimentación sólidos y horarios de comida regulares.

 

Más allá de una buena comida nutritiva, sentarse juntos también ayuda con la socialización. Cuando cenan juntos, los niños reciben toda la atención de sus padres, con dispositivos móviles colocados lejos y la televisión apagada. Es una oportunidad para practicar la socialización dentro de un grupo y aprender modales en la mesa. Pero no olvides divertirte y disfrutar de la compañía del otro. Este no es el momento de hablar sobre las malas calificaciones, los quehaceres domésticos, la política o cualquier otra cosa que pueda desviar la atención de la conexión. Haga que la charla en la mesa sea interesante participando en un juego de preguntas, planificando sus próximas vacaciones familiares, discutiendo una próxima celebración o la mejor parte de su día. Las comidas familiares deben ser un espacio acogedor que todos esperan.

 

Las comidas compartidas no tienen por qué ser necesariamente a la hora de la cena. Es cuando funciona mejor para su familia. Disfrute de un desayuno de panqueques entre semana o un brunch de fin de semana. Un estudio de la Universidad de Columbia encontró que de cinco a siete comidas familiares a la semana tenían los mayores beneficios en el bienestar y las relaciones de alta calidad con los padres. ¡Así que haga todas las comidas que pueda y deje que comience el vínculo!

 

 

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